Alejandra Pérez, Kamëz (Albania)
Ya llevamos más de una semana aquí y por fin puedo decir que estoy ubicada entre tanto caos. Al principio la adaptación es complicada, sobre todo la cultural, ya que el abismo es inversamente proporcional a la distancia que nos separa de este país.
Durante esta semana hemos estado realizando un campamento por la mañana con los chicos que vienen a la parroquia de Kamëz, que es donde nosotros tenemos la comunidad. La dificultad del idioma hace mella en la comprensión pero no en la comunicación; el idioma de los niños, las sonrisas y los juegos es prácticamente universal.
Mentiría si dijera que el trato con los niños es fácil. La educación es diferente, son muy nerviosos, no respetan las normas, no saben recibir órdenes y suelen emplear la fuerza física en todas sus actividades, y esto desgasta. Sin embargo, se conforman con todo, cualquier actividad les divierte y les encanta participar en todo.
Lauri nos explica situaciones concretas, visitamos familias, conocemos realidades que le dan explicación a la actitud de los niños. Ellos son el reflejo de una familia en la que el padre es el único con poder de decisión y familias, en algunos casos, que son reflejo de mucha pobreza.
Otra de las cosas que destacaría de mi experiencia en este misión es la emoción que me provoca compartir la fe con gente tan diferente en lenguas tan diferentes. En una misma Eucaristía hemos llegado a escuchar hasta tres idiomas diferentes, y esto sólo demuestra algo que descubrí hace tiempo y es que el idioma de Dios lo entendemos todos.
Aquí la Iglesia es joven, esta restaurándose tras un duro maltrato como consecuencia del comunismo. Los niños aprenden a rezar, aprender a hacer la señal de la cruz, los adultos empiezan a traer a sus familias a la parroquia, y ser parte de todo esto es muy muy emocionante.
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No solo para las familias son un orgullo estos jóvenes misioneros, es una gran labor y suerte con la que cuentan los Redentoristas al tenerlos a ellos, impregnados de tanto amor por los desfavorecidos y llevando esas sonrisas acompañadas del mensaje de Dios .