Unos 14.000 refugiados han huido de la violencia desatada tras la crisis política de Costa de Marfil y han cruzado la frontera hacia el este de Liberia, según ha informado este sábado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
«Las necesidades humanitarias se incrementan principalmente para mujeres y niños refugiados, así como para los aldeanos que los acogen», ha informado ACNUR en un comunicado en el que alerta de que el número de refugiados sigue aumentando. «Las reservas de alimentos se están agotando a pesar de los esfuerzos del Gobierno y de las agencias humanitarias por llevar más ayuda», explica.
Mientras, en el interior del país algunos miembros del antiguo grupo rebelde Fuerzas Nuevas estarían impidiendo a la gente cruzar la frontera hacia Liberia a través del paso de Loguato, en la región de Danane, lo que ha provocado que los refugiados tengan que dar un rodeo de uno 80 kilómetros hacia el sur para lograr escapar, informa ACNUR.
«ACNUR hace un llamamiento para la protección de los civiles y el respeto al derecho a solicitar asilo sin trabas», señala el texto de la agencia de la ONU, que presta ya asistencia a unas 30.000 personas en la región.
Además, ACNUR advierte de que se han producido varias muertes entre los refugiados, como la de un menor que se ahogó mientras intentaba cruzar el río Cestos, en la región liberiana de Butuo, donde viven hacinados hasta 20 personas de una misma familia por habitación. También se han detectado casos de malnutrición, malaria, diarreas e infecciones respiratorias.