Para encontrar situaciones de exclusión social y marginación no hace falta coger un avión. Los voluntarios de Acción Social llevan mucho tiempo diciéndolo, y por ello cada año se desplazan a las zonas más deprimidas de Sevilla para «construir un mundo más justo». El reto del programa de este año es focalizar en la sensibilización y la denuncia social, dentro del grupo de voluntariado local.
Para formar a los nuevos voluntarios y reforzar el ánimo de los que ya han tenido contacto con estas realidades de injusticia a nivel local, el grupo de voluntariado local propone charlas y coloquios sobre temas sociales, cursos sobre voluntariado local y una apuesta fuerte por la comunicación entre los integrantes del grupo fomentando el intercambio de información entre los mismos.
Pasando al voluntariado propiamente dicho, los puntos de actuación son los siguientes: apoyo escolar en las Tres Mil Viviendas -más de 50 años como zona deprimida de la ciudad, puede seguirse la actualidad del barrio aquí-, acompañamiento a discapacitados en Regina Mundi -San Juan de Aznalfarache-, acompañamiento a enfermos en San Juan de Dios y en proyecto Viaje hacia la vida, y colaboración en actividades puntuales como el rastrillo navideño o la recogida de alimentos. También se deja la puerta abierta a los interesados en otros temas como prostitución -las hermanas oblatas cumplen ahora 50 años en Sevilla trabajando en temas de prostitución- o inmigración, temas para los que se facilitará la gestión para poder desarrollar voluntariado en esos campos.
Como metas últimas para el presente curso, pero no por ello menos importantes, el grupo de voluntariado local plantea una exposición fotográfica sobre las situaciones de marginación y exclusión social que nos rodean, y la participación en movimientos de denuncia social a través de actuaciones como manifestaciones o recogidas de firmas.