Tito Albitre, Madrid
¡Hola! Soy Tito, de la comunidad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Madrid. Colaboro en Asociación para la Solidaridad como voluntario desde hace muchos años. Después de mucho tiempo buscando cómo financiar proyectos e ilusionar a la gente, los voluntarios me fueron contagiando su ilusión, y decidí que 2018 sería el momento ideal para que yo hiciera las maletas.
¿Dónde? No lo sabía, mi corazón solo pedía estar al servicio, lo que los redentoristas, junto con AS, necesitasen de mí. En abril llegó la confirmación, Paraíso (República Dominicana) y Haití se habían convertido en mi destino. Nervios, preparativos, mil llamadas…todo, absolutamente todo, eclipsado por la ilusión de empezar mi viaje.
Mi compañera Bea y yo seríamos uno más de la comunidad, formando parte de sus celebraciones, de sus visitas a las comunidades, de su campamento, de sus visitas a las lomas… El Padre Ramón junto con el Padre Emilcy, acompañados de Gerardo en su año de postulantado se encargaban de todo lo inimaginable.
En nuestras visitas a las lomas descubrimos una realidad dura: los haitianos huyen de su tierra y se refugian en la montaña donde intentan trabajar como agricultores y ganadores, en condiciones absolutamente precarias. Se reúnen en la escuela, espacio convertido a su vez en templo, lugar de reunión y refugio ante los temporales, espacios mal hechos, con vigas rotas, sillas destrozadas… Sin embargo, nos vuelven a dar una lección. Viven la celebración de la eucaristía como si fuera la última, son felices, porque están en casa, porque se reúnen en el nombre de Dios.
Los Redentoristas, allí, quieren cambiar las realidades, quieren ayudar en la formación de las personas, creación de escuelas, programas de alfabetización, acompañar desde la base de la formación de las personas, porque construyendo sobre la roca el edificio crecerá más fuerte y alto… Y queremos ayudarles. ¿Nos ayudas a darle la vuelta al mundo?
Este texto se publicó en la revista ICONO (enero 2019)