La idea nunca nació con afán recaudatorio, sino como una propuesta de sensibilización y una experiencia de vida para los habitantes del barrio de Nazaret, una de las zonas más deprimidas de Valencia. El motivo del concierto era dar a conocer la Asociación para la Solidaridad en el barrio y sus 20 años de trabajo por el desarrollo en los países del sur. Sevilla28, invitado por la delegación de AS en la ciudad, el diácono redentorista de la parroquia valenciana bajo la advocación de la Virgen de los Desamparados, Víctor Chacón, y por el párroco, el padre Manuel Matute; llegó el sábado hasta un colegio de La Punta para dar vida de nuevo a ‘Regreso al pasado’.
Adaptaciones del musical al nuevo escenario, pruebas de sonido y ensayos con disfraces para cronometrar y medir espacios… La mañana y la tarde del sábado fueron para preparar un concierto en un lugar en el que la realidad es compleja. Problemas de desarraigo, exclusión social y drogadicción afectan al barrio de Nazaret. Sevilla28 desplegó su mejor música ante un salón del colegio casi lleno, con canciones como Dancing Queen de Abba, Twist and shout de Los Beatles o el célebre Canon de Pachelbel. Un viaje por el tiempo a través de la música.
Pasadas las siete de la tarde, todo estaba preparado. Marty McFly y Doc salieron al escenario para dar comienzo al concierto, y el público disfrutó a carcajadas de un concierto pensado para pequeños y mayores. Hubo recuerdos entre bambalinas para aquellos que en 2010 participaron en el estreno de ‘Regreso al pasado’ y que no han podido estar presentes en Valencia, y la hora escasa que duró el concierto se pasó en un suspiro para los integrantes del coro -solo 14 miembros de Sevilla28 se desplazaron hasta allí, encabezados por el padre Laureano del Otero, que hizo el papel de Doc-. Además, los voluntarios Alfonso Lora y José Manuel López transmitieron su experiencia misionera en Perú en el verano de 2011.
Durante el concierto se puso una barra solidaria y se hizo un pequeño rastrillo con artesanía traída de América Latina. Además, al día siguiente parte de los miembros de Sevilla28, que han vivido una gran experiencia pudiendo dar un concierto en una zona con una realidad tan dura, asistieron a la inauguración de Hogar Scala, un centro de acogida para antiguos presos para su reinserción -fruto de la colaboración entre la Pastoral Penitenciaria Diocesana del Obispado de Valencia y los Misioneros Redentoristas-. El centro puede dar atención y alojamiento a 10 personas, y se mueve por voluntarios en la zona de La Punta, una área de antiguas huertas muy cerca del barrio de Nazaret y en la que hay una iglesia que llevan también los Misioneros Redentoristas.
Una experiencia de la que el coro sale reforzado tras vivir una bonita experiencia de compartir la música con aquellos que viven en situación de exclusión social muy cerca de los centros de nuestras ciudades.