Comunicación AS, Sevilla
Nuestros voluntarios José Manuel López Suárez y Alfonso Lora Ojeda han sido entrevistados en el diario Nervión al día -que cubre la información del distrito de Nervión, en Sevilla– por la labor que están desempeñando con Asociación para la Solidaridad en Nicaragua. Aquí puedes leer un extracto de la entrevista, que se puede leer completa en Nervión al día.
Alfonso y José son dos nervionenses que han decidido pasar un verano solidario en Nicaragua. Colaborando con la ONG con sede en Nervión Asociación para la Solidaridad, este casi arquitecto a falta del proyecto de fin de carrera y este estudiante de sexto de Medicina, viven en Espinosa y Cárcel y Camilo José Cela.
¿Por qué os fuísteis?
Nos fuimos a hacer un voluntariado, por conocer otras realidades sociales, muy diferentes a las que vivimos día a día en nuestro barrio. Pertenecemos a una ONG para el desarrollo llamada Asociación para la Solidaridad, con sede en Nervión también, por cierto, que se dedica a identificar problemas en países en vías de desarrollo, para poder buscar posibles soluciones mediante la financiación de proyectos, ya sean escuelas, salones de usos múltiples, centros de salud, etc. Teníamos la oportunidad de ir a Managua para conocer la realidad de la ciudad, para ver cómo van proyectos anteriores, y para poder plantear nuevos retos, y no nos lo pensamos.
¿Qué echáis de menos de vuestro barrio?
Creo que lo que mas se puede echar de menos es la seguridad de andar por la calle sin tener que estar pendiente de quién anda y quién no anda a tu alrededor. No es cómodo tener que ir siempre en grupo o acompañados, para que la probabilidad de ser asaltados sea menor. El acostarte y no escuchar ni un tiro. Esa tranquilidad no se valora hasta que se pierde. Aunque es menos importante, también hay que decir que se echa de menos la poca fauna que hay en cuanto a insectos, ya que aquí estamos descubriendo la amplia variedad de insectos que pueden picarte. Por supuesto, una de las cosas que añoramos es el salir un día por la noche y tomarte una cervecilla con la familia y los amigos en cualquiera de los bares que te ponen una de esas Cruzcampo fresquitas que tanto nos gustan. Aunque hemos de reconocer que a falta de Cruzcampo, tenemos la Toña. Pero bueno, aquí hay otras cosas que hacen que todo eso se pase por alto.
¿Qué habéis descubierto fuera de vuestro barrio? ¿Qué hay allí que no tenga nada que ver con lo que veíais como algo normal aquí?
Digamos que el contexto en el que nos movemos es un lugar con calles de tierra, sin asfaltar, con una pobreza extrema, que se une a la inseguridad, violencia y delincuencia de las calles. Nos encontramos muchas familias desestructuradas, con niñas embarazadas a los 13 años. En el aspecto sanitario, podemos decir que la sanidad es realmente pésima, con una falta de control de enfermedades que hace que sea muy fácil la transmisión de enfermedades. Como veis, esta pregunta puede llevarnos varios folios si entramos en profundidad, así que os diremos lo que tienen de parecido: un calor sofocante todas las horas del día y una sociedad muy cariñosa y acogedora, a pesar de las dificultades, de los que estamos aprendiendo muchísimo. Es sobrecogedor ver cómo comparten lo poco que tienen y la alegría con que viven su día a día.
Lea la entrevista completa: «Dos nervionenses solidarios en Nicaragua»