Queridos amigos:

Albania ha sufrido varios terremotos desde ayer, 26 de noviembre. El número de víctimas mortales se eleva a 21 (aún se buscan más) y más de 600 heridos. Las familias afectadas por derrumbamientos de casas están siendo atendidas en Durrës y Thumanë, las dos localidades más afectadas, a donde no deja de llegar ayuda y personal de emergencias. La noche ha sido tranquila, aunque muchas familias han optado por dormir en el coche o en la calle, para mayor seguridad.

Esta mañana he estado en Thumanë (a unos 20 km de la Misión Redentorista de Kamëz), uno de los centros más afectados, donde aún se buscan víctimas. Hay 70 tiendas colocadas en el campo de fútbol, pero a unos 50 metros siguen desescombrando, con las familias delante, a la espera de noticias de sus familiares. También se celebran al mismo tiempo funerales, y se ven coches funerarios con cajas dentro listas para usar…

En el campo de ftubol, improvisado centro de acogida, el caos reina en una ayuda descontrolada, que no tiene coordinación ninguna. Los políticos se hacen fotos, pero la gente, las ONG u otros colectivos, vienen con ayuda y nadie controla quién al recibe, o quién necesita de ella. Hay un pequeño hospital de campaña. Hay gente que puede acercarse a pedir un colchón en donde los almacenan, justo enfrente del campo de fútbol, pero otros (inválidos o mayores) no tienen quien se los acerque… Hay también necesidad de palés o estructuras que eleven los colchones del suelo, porque está previsto que hoy empiece a llover a las 20 horas.

Y el problema es que las familias de las tiendas no tienen casa, no pueden regresar a sus hogares. Tampoco pueden cocinar o lavar ropa. No sabemos qué sucederá en la próxima semana, cuando necesiten un hogar. Mañana tenemos reunión en Caritas para tratar de organizar la ayuda desde la Iglesia Católica. Y acabamos de pasar un réplica de 5,6 grados. Dentro de un rato, un grupo de jóvenes y una de las religiosas de la parroquia irán a visitar el campamento de Durrës, y sabremos más de la situación.

Gracias por vuestras oraciones y por no olvidar a los olvidados.

Atë Laureano Del Otero Sevillano