El pasado domingo comenzábamos la misión en uno de los sectores de la parroquia de Ntra Sra de Guadalupe de La Lima, que es el formado por el Sector de La Paz. En este sector se incluyen las colonias de La Paz (la más grande) La Pineda, Oro Verde, Campo Dos, y lo que queda de campos bananeros como es La Flores de Oriente, La Suyapa, La Santa María, La San José, La Metálica…
El trabajo fundamental a lo largo de la semana ha sido entrar en contacto con las personas del sector; escuchar su vida y sus dificultades; dialogar sobre sus ilusiones y miedos. Ver nuevas formas de celebrar la fe. Adaptarnos a nuevos sabores de comidas y bebidas… adaptarnos a nuevos vocabularios.
Para esto, una de las actividades que ha ocupado mayor parte del día ha sido echar a andar y visitar las Comunidades Cristianas. Estas son reuniones de vecinos que durante una hora al día se reúnen por la tarde para dialogar un tema sobre su fe. De estas venían reuniéndose algunas desde hace años durante con la periodicidad de una hora a la semana; otras han nacido nuevas con motivo de la Misión. Cada tarde, los misioneros acompañados de los laicos que acompañan estas comunidades a lo largo del año hemos visitado todas las comunidades que han funcionado.
Por las mañanas, la jornada aquí comienza pronto pues el sol madruga más que en Europa; y el primer acto del día ha sido la Celebración de la Eucaristía, entre las 5,30 y 7,00 de la mañana, antes de ir al trabajo. Bonito es ver como la gente, nada más levantarse se encamina hacia la iglesia para comenzar el día alabando a Dios. El resto de mañana la hemos ocupado visitando enfermos, impedidos y bendiciendo hogares.
Además de encuentros que han marcado, de lo que más me ha impresionado ha sido el gran número de seglares comprometidos con la iglesia, y en este caso con la Misión. Personas que compaginan su vida de familia y laboral con el compromiso con la comunidad cristiana. Ellos se han formado a lo largo de meses y años; han hecho todo el trabajo de premisión. Se han organizado, y han organizado todo lo necesario para la Misión. Durante estos días han ofrecido su tiempo y recursos para hacer posible en este sector la Misión. Nos han trasladado a donde ha hecho falta; con los misioneros hemos visitado comunidades, enfermos, colegios, hogares …. Han madrugado para ir a las Eucaristías… han trasnochado para ultimar el trabajo … Y se han comprometido en seguir acompañando a las comunidades cristianas una vez que termine la Misión. Ellos hacen realidad una iglesia de laicos.
Otra de las cosas que impresionan a los que venimos de Europa es los niños y jóvenes que participan tanto en las celebraciones de la Eucaristía a diario y por la tarde en las Comunidades Cristianas.
Mañana comenzamos la segunda parte de la Misión. Algún tiempo sacaré para compartir impresiones.
Antonio M. Quesada, CSsR.
Texto extraído de su blog: De Trotamundos con Jesús