No creo que pueda resumir en un pequeño mail todo lo que he vivido esto 10 días que he estado en Managua, y eso que 2 he estado malita, con esto que llaman «las diarreas del misionero» y es cuando una se da cuenta de la suerte que tenemos hasta para ponerse malo. No obstante el dispensario, que parte de él financiamos, funciona perfectamente y me han cuidado que ni os imagináis…. ¡Son buenos proyectos esto de los dispensarios!
Y es que así es el nicaragüense, los «nicas» como les dicen, son unas personas acogedoras -noo acogedoras, lo siguiente- ¿Sabéis lo que es llegar a dar formación y que vengan señoras con manzanas para que me ponga buena? Es increíble. ¡Cómo comparte esta gente, cómo te hacen sentir en su casa y cómo te abrazan! Y no sabéis las historias que tienen y llevan en sus «mochilas».
Por seguir compartiendo sobre Nicaragua, lo que más me ha impresionado es la cantidad de niñas que son madres con 14, 15, 16 años y casi todas con 18 años… El otro día hablando con una joven de 18 me pregunta mi edad y dice: ¡Ah! ¡como mi madre! Esto provoca que Noe se haya llevado estos 10 días atendiendo entre muchos a parejas que no se quieren, donde hay maltrato -esto está a la orden del día- y muchas violaciones. ¡Es normal encontrarse con abuelas de 38 años! También nos hemos encontrado a muchas madres solteras, abandonadas por su pareja, pero que ahí están trabajando, currando para salir adelante, ¡qué fuerte es la mujer nicaraguense!
En esta semana hemos hecho un montón de cosas, aparte de estar viendo dos proyectos que están en marcha y que están terminando también hemos estado viendo otros posibles ya que las necesidades por desgracia abundan. Hemos estado dando unas charlas de formación durante 3 días que las podríamos titular: «LA PERSONA» han estado muy bien, teníamos unas 75 personas todos los días, luego he seguido ayudando en el dispensario.
También hemos dado un taller con coordinadores de pastoral juvenil y otr con catequistas y hemos estado participando en reuniones de jóvenes, celebraciones,etc. Y hemos estado trabajando con la comunidad a tope, con todo lo que ha ido surgiendo.
El domingo es un día especial, los redentoristas llevan con la casa de comunidad desde hace 4 años, cuando se vinieron al barrio dijeron que ellos podían construir la casa, pero que la gente les tenían que ayudar porque no tienen dinero. Y cada domingo la gente se acerca después de misa, con un rollo de papel higiénico, una pastilla de jabón,comida, frescos y eso es lo que comemos muchos días, lo que la gente va aportando… En estas ayudas que da la gente nos han incluido a noe y a mi, y nos han mandado paquetitos… Cuando acabamos la formación, se acercaban y nos daban un trozo de dulce… Todo siempre tan hulmide pero tan sincero y comunitario a la vez.
Bueno me da mucha penita irme de aquí porque se pueden hacer tantas cosas, la gente nos ha cogido un cariño, y nosotros a ellos, nos han dado todo lo que tienen que es su corazón y su fe, porque eso si que confianza en Dios tienen. Os quiero mucho.
Bea y Noe