Pablo Ramos, El Espino (Burgos)
Esta Misión de Jóvenes 2017 ha sido mi séptimo Espino, que se dice pronto. Cuesta mucho explicar lo que se vive en un sitio como este y quien no lo haya vivido posiblemente no aprecie lo que significa este lugar para muchas personas.
En mi último año he querido cambiar un poco mi manera de vivir esta semana intentando servir lo máximo posible, y he tenido la oportunidad de llevar la microcápsula de Asociación para la Solidaridad junto con Mari Ro.
En la microcápsula de AS hemos podido acercar a muchos jóvenes realidades que nos rodean cada día y que a veces no queremos darnos cuenta de que existen. Salgo impresionado por la cantidad de personas que quieren hacer de este mundo un lugar justo para todos, luchando por la igualdad; y qué mejor lugar para empezar a construir que en el Espino.
El Espino, como ya he dicho, es un lugar mágico que nos ayuda a creer que todo es posible y que todo lo que soñamos se puede realizar. Quiero dar las gracias a Dios por poner en mi camino a tantas personas que te cambian la vida por completo, desde sacerdotes, oblatas, jóvenes…, y hacen que tu vida ya no vuelva a ser igual una vez que has estado aquí.
Me despido del Espino con ganas de empezar la misión y agradecido de todo lo que Dios me ha regalado en este lugar.
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