La trata de personas es uno de los delitos que tiene lugar en todo el mundo. Según Interpol, aunque hay varios tipos de trata (para trabajos forzados, para realizar otras actividades delictivas, para la extracción de órganos y la trata de mujeres para su explotación sexual), hay un factor común en todos ellos: “El abuso de la vulnerabilidad inherente de las víctimas”.

Pese a esta multitud de formas en las que se realiza el tráfico ilegal de personas, la trata tiene rostro de mujer. La ONU explica que la gran mayoría de las víctimas con fines de explotación sexual y el 35% de las víctimas con fines de trabajo forzoso son mujeres. Ante esta realidad, Naciones Unidas insiste en el Día Mundial contra la Trata en que “el tráfico de personas sigue siendo una realidad”. Aunque reconoce que muchos países han desarrollado leyes contra la trata de personas, en muchos de ellos “las víctimas puede hasta llegar a ser criminalizadas mientras que los traficantes quedan impunes”.

Para luchar contra la trata, este organismo decidió incluir en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de forma transversal, el tema del tráfico de personas en todas sus vertientes. En los ODS se pide poner fin a la trata y la violencia contra los niños, que se tomen medidas contra la trata en general, y que se acabe con todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas y de su explotación.

Desde Asociación para la Solidaridad nos sumamos a estas peticiones sensibilizando en la lucha contra esta situación de injusticia y esclavitud y trabajando conjuntamente y, de forma especial, con las Oblatas del Santísimo Redentor, con las que nuestra ONGD Redentorista colabora de forma continua en sus proyectos.