Bea Castro, Trojes (Honduras)
Ya hace una semana que salí de España rumbo a Centroamérica y parece que llevara un mes, con tantas experiencias vividas y situaciones encontradas. El viaje fue largo y el cosquilleo por llegar y los nervios aparecieron enseguida. Llegamos el domingo por la tarde-noche y el lunes partimos rumbo a Trojes. Ya sabéis que es un pueblito colindante con la frontera nicaragüense pero que está en la frontera de Honduras.Es un municipio pobre, aunque realmente la pobreza se encuentra en las aldeas que carecen de agua potable, luz eléctrica, los niños andan horas para llegar a la escuela y los signos de desnutrición son evidentes en muchos de ellos.
El mismo martes nos adentramos en una historia de las que os contaré horas y horas cuando estemos en España. ¡4 horas para llegar a Nueva Esperanza! (leer crónica) En carro, andando y en caballo, porque no había otro medio para llegar…
Aunque mereció la pena, porque nos esperaba el pueblo entero para enseñarnos la escuela que construimos entre todos: nosotros pusimos el dinero para los materiales y ellos, hombres y mujeres construyeron la escuela. Impresionante. También estamos trabajando con ellos un proyecto para solicitarnos una clínica que atendería a 9 aldeas, y que es tan necesaria, ya que el acceso al pueblo de Trojes es largo y tortuoso, os lo aseguro.
Nada más el primer día y ya la mente y el corazón se pone en marcha para renovar mi compromiso con la Asociación por las cosas buenas que hacemos y que revierten en las personas y feliz y entusiasmada por esas vivencias. Un año y otro año no paro de sorprenderme por la generosidad de esta gente, por la alegría con la que llevan su complicada vida y por el compromiso de sus comunidades. No sabéis como nos recibieron y las veces que nos dieron las gracias, por una escuela… ¿Qué fuerte, no? Ahora, después de la subida andando, las 3 horas de caballo, el martes tenía unas agujetas en la espalda… ¡Madre mía!
Y no me enrollo más, porque ni la conexión es buena, y tampoco tengo tiempo. Esta semana estamos de formaciones, visitando lugares donde pueden desarrollarse nuevos proyectos, y visitando proyectos en marcha. Los cuatro (Alfonso, Jose, David y yo) estamos muy bien, nos reímos mucho y hemos hecho un buen equipo de trabajo, ¡así que muy feliz!
Os quiero mucho a todos.