Estimado amigo/a y hermano/a en Cristo Redentor.
Recibe un cordial saludo desde Honduras. Tierra en misión para mí y mis compañeros misioneros del Cesplam. Ya tenemos un mes de estancia acá, y por lo tanto algunas informaciones, experiencias y vivencias que compartir. Estoy contento y agradecido con el Señor por volver a reencontrarme con una Iglesia viva y con amigos queridos.
Me encuentro en la ciudad de La Lima, a escasos kilómetros de San Pedro Sula, ciudad económica e industrial del país. Situada en la costa norte. Conozco este país desde hace más de diez años. Por eso creo tener una perspectiva suficiente como para analizar, con dolor y cierto grado de frustración, la progresión del país. Pareciera que todos los males posibles no han hecho más que aumentar: más pobreza, más abandono infantil, más inseguridad y violencia, más corrupción, más inestabilidad política y económica, etc. Añadir datos estadísticos solo serviría para dramatizar más la situación (en internet se pueden encontrar muchas informaciones y datos).