¿Dónde está Lima? ¿Qué es la Misión? ¿En qué consiste ser voluntario? Esta mañana se oían en las clases de 3º y 4º de la ESO del Colegio Claret de Sevilla esas preguntas, y los alumnos se lo pensaban dos veces antes de responder. Para dar el visto bueno a las respuestas, estaban ante el proyector José Manuel López Suárez y Alfonso Lora. Voluntarios durante el verano de 2011 en los campos de misión de Perú junto con Tere Aramburu, ambos han comenzado esta mañana una campaña para dar a conocer el trabajo de la asociación entre los estudiantes del colegio.
«Fue el verano más feliz de mi vida», decía Alfonso mientras le explicaba a los niños la complejidad de Lima: una ciudad en la que la riqueza y la pobreza más extrema conviven en el mismo municipio. Desde hoy y hasta la semana que viene, los voluntarios irán pasando por las clases para ir explicando, por ejemplo, lo difícil que es ir a la escuela cuando el centro dista de tu casa varios kilómetros a pie, o el distinto valor que se le da a las pequeñas cosas cuando no se tienen apenas posesiones.
En la presentación han estado presentes las realidades de Perú vistas a través de los ojos de Bea o Noelia, que estuvieron también en los campos de misión; o la labor que realiza la asociación en los comedores. «En cada comedor desayunan y almuerzan unos 120 niños, a los que se les cobra un sol al día. Deben aprenden que no todo es regalado, y a a valorar que ellos tienen que colaborar para que el comedor pueda financiarse», explicaba Jose. El mismo comedor del que arreglaron el techo mientras estuvieron de voluntarios en Lima, y del que se muestran fotos en la presentación.
Y la parte central de esta campaña escolar está centrada en la experiencia personal de los propios voluntarios: desde las agotadoras caminatas para ir a visitar a enfermos que vivían en zonas apartadas a las tardes junto a niños a los que les valían unas canciones cantadas con la guitarra para sacarles una sonrisa. «Un día fuimos a animar a Gustavo, un taxista al que asaltaron en su vehículo cuando le quedaba solo un mes para terminar de pagarlo. Le pegaron un tiro y lo dejaron tetrapléjico en una cama. Cuando nosotros llegamos, llevaba unos diez años postrado sin poder moverse. Pero resulta que no lo animamos nosotros a él, si no que fue Gustavo el que nos dijo lo feliz que era. Sus vecinos lo envidiaban por tener una familia estructurada y por ser tan feliz», explicaban los voluntarios a los jóvenes.
Como conclusión, Alfonso y Jose hacían la gran pregunta: «¿Qué es la Misión?». La respuesta, parecía satisfacer a los jóvenes del Claret: «Es amar al prójimo, como dice el Evangelio, y hacer de ello el motor del voluntariado».
El fin de semana 18-20 de mayo nos hemos reunido en el primer Encuentro de Voluntarios de la Asociación. Ha sido en un pueblecito de la sierra sevillana (Castillo de las Guardas) donde junto a parte de la Comisión de Voluntariado (Paloma, Marta y Justi) han participado parte de los voluntarios que este verano van a vivir su experiencia de voluntariado con las comunidades redentoristas de San Pedro Sula en Honduras (Nieves y Dolo), con la comunidad de Otuzco- Perú (Óscar), con la comunidad de Santa Anita-Lima (Melissa) y con las comunidades de San Salvador, Managua y Trojes (Noelia y Bea).