Mari Paz, Valencia
La semana del Campo de Trabajo organizado por Asociación para la Solidaridad y la Pastoral Juvenil Vocacional Redentorista en el campamento urbano del Colegio Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia fue una experiencia completa, llena de juegos, realidades sociales y trabajo. Nos la relata en primera persona Mari Paz, una de las participantes en este programa de voluntariado.
El día 9 de julio nos instalamos Alejandra, Marta, Soledad, María, Laura y yo en un pisito que nos ofreció la parroquia para llevar a cabo nuestra misión. Junto con Alfonso, Guille y Miguel que se alojaron en la parroquia. Víctor Gil (un profe del cole que ha estado con nosotros a todas horas) nos adentró en lo que iba a ser nuestra segunda casa, el colegio donde se iba a llevar a cabo nuestro campo de trabajo, por lo que nos hizo una presentación del perfil de los alumnos del centro.
Después nos explicó Alfonso Lora en qué consistía el voluntariado de la Asociación para la Solidaridad e igualmente con Alejandra y Soledad pusimos en práctica la dinámica del campo por edades y objetivos. Por la noche cenamos invitados por la Comunidad de Nazaret en el paseo marítimo y dimos un gran paseo para ponernos en contacto con la bella Valencia.
Domingo 10 de julio, comienza el día con el primero de nuestros desayunos en los salones. En la Eucaristía Miguel Castro nos presentó a todos y nos hizo entrega de unas pañoletas con el icono de la virgen del Perpetuo Socorro. Por la tarde tuvimos el placer de escuchar la interesante ponencia sobre economía de Enrique LLuch, el mismo que nos guió turísticamente por todos los rincones del centro de Valencia.
Primer encuentro con los niños
Lunes 11, me despierto algo nerviosa, pues iba a ejercer de monitora por primera vez de un campamento urbano, pero tenía la esperanza de que todo iba a salir bien, y así fue, tengo la sensación de que para cada uno de nosotros fue todo un éxito el recibimiento que tuvimos por parte de todos los niños.
Como es lógico, unos sintieron más feeling por algunos monitores/as y otros por otros, pero en general el amor que desprendieron desde el primer momento fue algo impactante, porque detrás de la historia personal dibujada en el rostro de ese niño se abría paso la ternura. Era como si nos conociéramos del barrio de toda la vida. Como si nos hubiéramos criado juntos. Con ellos compartimos apoyo escolar, almuerzos, talleres e interminables guerras de agua.
Por la tarde asistimos a la ponencia del proyecto Jere-Jere por parte de Mari Luz. Un proyecto de auténtico compromiso con la mujer. Cuando acabó fuimos a visitar el proyecto Mare y por la noche fuimos a la rotonda donde varias mujeres ejercen la prostitución para que sintieran que no están solas, le llevamos comida y bebida y nuestra compañía durante algunos minutos.
Martes 12, por la mañana trabajamos en el campo con los niños. Por la tarde una aventura nueva, visitamos el proyecto del Hogar Scala de acogida a presos en tercer grado penitenciario, para adentrarnos en lo que iba a ser posteriormente una de las mayores experiencias.
Miércoles 13. Por la mañana asistimos al campo de trabajo. Por la tarde fuimos a la playa de El Saler y más tarde nos desplazamos hasta El Palmar de la Albufera, allí alquilamos una barca y contemplar la caída del sol en medio del lago en silencio, tan sólo interrumpido por el canto de las aves.
Jueves 14. Por la mañana seguimos con nuestro plan. Por la tarde asistimos a la ponencia del asociacionismo y su implicación en el barrio por Mayte Biosca. Visitamos la Escuela de Empleo ‘Obrint nous camins’ y a los fantásticos huertos “verduras solidarias”. La cena que tuvimos ese jueves no fue una cena cualquiera, sino un verdadero encuentro con los presos de tercer grado que acoge el proyecto Scala. Algo inolvidable.
Viernes 15. Por nuestra parte, el campo de trabajo en el colegio Virgen de los Desamparados toca su fin, por ello preparamos una gynkana para que estos niños pudieran disfrutar de sus últimos momentos con nosotros y nosotros, de nuestros últimos momentos con ellos (la situación me supera y rompo a llorar desconsoladamente).
Por la tarde vivimos algo que muy pocas personas pueden decir que han hecho y que harán alguna vez en su vida, visitamos la cárcel de Picassent, la segunda más grande de toda Europa, pasamos un rato agradable con los presos en diferentes actividades como Inteligencia emocional, catequesis o español para extranjeros.
Os preguntaréis ¿qué se siente al estar con un preso ‘vis a vis’? Pues debo deciros que desde lo más profundo de mí ser sólo pensaba mientras contemplaba sus atentas miradas “todo lo que hicisteis por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicisteis”
Cierro esta crónica dando las gracias a todos los que han hecho posible que mi estancia en el barrio de Nazaret haya sido insuperable, afirmando que ha sido la experiencia más humana que he vivido por lo que tengo pensado ampliarla y animándote si aún no has vivido algo parecido a que te pongas en camino antes de que la espera desgaste años en ti.