Alberto y Yolanda, Mérida
Alberto y Yolanda tuvieron este verano su experiencia de voluntariado en Santa Anita (Lima, Perú).
Uno no se imagina lo que va a recibir hasta que no está ‘in situ’. Sus caras lo dicen todo. Cada día era diferente y a simple vista no podías ver las necesidades que tienen. En nuestra experiencia tuvimos la oportunidad de conocer muchas injusticias sociales y ahí es donde nos dimos cuenta de las injusticias que hay en el mundo.
Cuando hablabas con la gente ibas conociendo la realidad de allí, pudimos valorar muchas cosas que aquí en España no tenemos en cuenta como beber agua, tomar pan, o ir por la calle sin temor a nada.
Nos marcaron muchos momentos, pero sobre todo saber que allí la gente es feliz sin nada y que a pesar de vivir casi en la miseria son capaces de luchar y seguir adelante. Tuvimos la oportunidad de enseñar a leer a un niño y compartir juegos con los niños después de hacer sus tareas. Eran dos realidades distintas unidas por el amor de Dios.